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CIUDAD DE MÉXICO (07/FEB/2013).- “Seguramente ‘Amigo mío’ es la canción más representativa del disco, porque está dedicada a gente querida que ya no está”, dice el italiano Eros Ramazzotti. Luego baja la vista y se queda un rato en silencio.

Parece ser la ausencia de sonido y de palabras lo que mejor define a este hombre cincuentón y taciturno, sin duda un tímido importante, que en su breve y cercano encuentro con la prensa mexicana muestra un carácter afable y bromista, saludando de beso y de mano.

“La Laura está embarazada”, dice cuando le contamos que uno de los temas del que solemos hablar cuando su compatriota Laura Pausini viene a México es de esa barrera inmensa,  como Cortina d’Ampezzo ya que estamos, que se levanta entre la música italiana y el resto del mundo.

La cronista es particularmente aficionada a los artistas de aquel país y, como pocas veces sucede, la posibilidad de referirnos desde el ídolo pop Biagio Antonacci hasta los totémicos Adriano Celentano, Paolo Conte y Franco Battiato rodea de cierta fascinación este encuentro con Ramazzotti.

“Bueno, Celentano, Conte y Battiato son tres grandes ejemplos, pero no sólo porque a su vejez todavía cantan y componen, sino porque la obra musical que han entregado es grandísima. Son el orgullo de Italia”, dice con entusiasmo este romano afincado en Milán, “juventino” de corazón, especie de “traidor” –como él mismo se califica- en el calcio, que en Italia quita el sueño y la razón a todos sus habitantes.

Hablar con los periodistas no parece ser la actividad favorita del autor de “Cosas de la vida”, pero está regresando al mercado musical luego de tres años de silencio y echándole ganas a una nueva etapa en su carrera de tres décadas.

Un ángel como el sol tú eres
No sabe por qué es el cantante pop italiano más conocido fuera de su país y sin duda uno de los preferidos por el público latinoamericano.

“Será que mis canciones llegan al corazón. No hay recetas para esto. Supongo que tocar la cabeza y “cuore” de la gente es lo que produce ese fenómeno. Yo cambiaría todo el dinero del mundo por tratar de llegar a la mayor cantidad de gente posible”, dice.

Cuando se trata de explicar la relación cercana que tiene con el público mexicano, no es ingenuo al expresar que si bien siempre viene a nuestro país “porque la gente me quiere” y que él devuelve ese cariño iniciando la promoción aquí, lo cierto es que en el mercado musical, “todo nace de México”.

“Este es el país al que hay que venir si quieres hacer un camino en América”, reconoce, al tiempo que admite que “hay que tener buen físico, la cabeza clara y mucha fuerza interior para recorrer en forma frecuente los kilómetros que separan a nuestro suelo del suyo.

“Claro que ahora es más fácil ser visible, la tecnología ha facilitado las cosas”, agrega.

Son 14 las canciones de su nueva producción discográfica, Somos, cuyo primer sencillo de difusión es “Un ángel como el sol tú eres”.

Se trata del primer disco que el italiano lleva a cabo para Universal Music, la disquera a la que también se unieron recientemente Alejandro Sanz y Miguel Bosé.

“Me encuentro bien, es un disco muy positivo. Siento que había perdido un poco el camino. Ahora todo lo que tengo alrededor es nuevo y vuelvo a empezar. Mirando un poco el pasado”, dice.

Jamás cantaré en inglés
Somos trae colaboraciones, lo que no es irrelevante en un artista que ha hecho de los dúos su gran carta de presentación internacional, al que conquistó por ejemplo con su encuentro impresionante con la estadounidense Tina Turner, hoy todo un clásico de la música pop del mundo.

Nicole Scherzinger, la voz del actor cubano Andy García al final de la canción “Yo soy tú” (en una participación que en el disco en italiano hizo el gran Giancarlo Giannini), los raperos italianos de Club Dogo y el trío de tenores Il Volo son los artistas invitados al nuevo trabajo de Ramazzotti.

Para él, es habitual grabar una versión en español y otra en italiano de sus discos. “Lo que canto en esos idiomas no existe en el inglés, así que jamás cantaré en inglés”, dice con convicción.

“Siento que el inglés no expresa lo que quiero, no llego a donde quiero llegar”, concluye.

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